
Domingo 20 julio 2025
17 h España y Francia
12 h Argentina
11 h Chile
10 h Colombia
9 h México
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Cuando hablamos de que necesitamos al otro para conocernos estamos hablando de una experiencia necesaria de distancia para poder pensarse a uno mismo. Una distancia que podría obtenerse mediante la escritura, pero en la que todavía estaría faltando el elemento dinámico de un interlocutor, otro sujeto, que pueda crear preguntas, proponer ideas diferentes, tener una escucha activa y generar un reto.
No está muy extendido querer conocerse a uno mismo, pero menos corriente es que confiemos en los demás para esa tarea. Y sin embargo… tenemos la experiencia de cómo la introspección puede llegar a ahogarse en bucles, en un pensamiento que da vueltas para acabar encontrándose en el mismo sitio. A menudo resolvemos este callejón sin salida hablando con un amigo o familiar, alguien en quien confiamos y ya tiene cierto conocimiento sobre nosotros. Suele ser de gran ayuda si es que no entramos en una segunda trampa: la de esperar que nuestro interlocutor nos dé la razón en todo, incluso que nos adule. Solemos necesitar conocernos mejor en momentos de crisis, justo cuando también necesitamos apoyo afectivo y es frecuente que le demos prioridad al apoyo emocional. Está difícil avanzar en el autoconocimiento…
Sólo si descartamos hacer la tarea de autoconocimiento en momentos especialmente frágiles, si descartamos la idea de que podemos hacerlo solos y si finalmente descartamos que el intercambio con el otro deje de ser un monólogo pesaroso y dolido y pueda ser un diálogo indagador y racional, quizás tengamos alguna oportunidad de llegar a una cierta claridad sobre nosotros mismos.
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