por Oscar Brenifier
Pensamiento primitivo (A)
Pensamiento religioso (B)
Pensamiento racional (C)
1)
A – Deseo de supervivencia personal, práctica, psicológica y simbólica.
B – Deseo de absoluto y necesidad de certeza; búsqueda de lo incondicionado, rechazo de lo precario.
C – Deseo de comprender y pensar.
2)
A – El conocimiento es personal, innato o adquirido; un sentimiento de certeza basado principalmente en percepciones y sentimientos.
B – El conocimiento es categórico y universalista, adquirido a través de la educación, la autoridad y la experiencia.
C – El conocimiento es incierto, conjetural y condicional.
3)
A – Primacía del instinto, inmediatez del deseo y rechazo.
B – Primacía del conocimiento, del pensamiento establecido y certificado.
C – Primacía del pensamiento, génesis y transformación del conocimiento.
4)
A – Adhesión total a uno mismo, a la propia persona.
B – Confianza a priori en una visión del mundo, un esquema ideológico, un ideal, una figura heroica.
C – Actitud de escepticismo, duda y cuestionamiento.
5)
A – El modo primitivo se basa en el sentimiento.
B – El modo religioso se basa en una revelación, personal o colectiva.
C – El modo racional se basa en hipótesis argumentadas, analizadas y plausibles.
6)
A – El modo primitivo es ansioso y obsesivo.
B – El modo religioso es apasionado y emocionalmente reactivo.
C – El modo racional es silencioso y desapegado.
7)
A – El modo primitivo opera por pura necesidad, elige de manera categórica y no reflexiva.
B – El modo religioso toma partido y afirma, por negación o exclusión de contrarios, alternativas u objeciones.
C – El modo racional puede tomar decisiones, pero mantiene los opuestos en tensión, busca los problemas.
8)
A – El bien es lo que conviene de manera inmediata, lo que asegura la supervivencia práctica y simbólica de la persona, lo que es cómodo y satisfactorio.
B – Determinación específica de la naturaleza del bien, establecimiento de una moral: por ejemplo justicia o igualdad, connotación de esfuerzo y de prohibición.
C – El bien es una categoría general, no especificada, por ejemplo «lo que tiene su propio fin», un concepto flotante o ausente.
9)
A – El pensamiento primitivo es obsesivo y arbitrario.
B – El pensamiento religioso es ritualista y repetitivo.
C – El pensamiento racional es impredecible y divertido.
10)
A – El pensamiento primitivo es solipsista y egocéntrico.
B – El pensamiento religioso busca o espera el consenso y la comunidad, la coincidencia.
C – El pensamiento racional se centra en una relación crítica con lo establecido, la primacía de la discrepancia, la inflexión, la ruptura.
11)
A – El pensamiento primitivo es inconsciente y desordenado, su espacio mental está saturado.
B – El pensamiento religioso es autosuficiente, lógico, plenamente comprometido consigo mismo.
C – El pensamiento racional es dialéctico y consciente de sí mismo, consciente de su naturaleza y de sus límites.
12)
A – El pensamiento primitivo es impulsivo
B – El pensamiento religioso es formal.
C – El pensamiento racional es creativo.
Algunos comentarios para ayudar a la lectura de esta tabla.
- Por el concepto de religioso, no designamos religión en el sentido institucional, sino como arquetipo intelectual. Es un apego a formas o contenidos específicos de pensamiento. En él la verdad está determinada, subjetiva u objetivamente, y la mente se adhiere fuertemente o «religiosamente» a las ideas que produce o aprende.
- Por los conceptos de «racionalidad» y «racional», nos referimos a la «razón», como facultad propia de la mente humana. Se basa en su inteligencia, sus conocimientos, su experiencia, sus percepciones, su memoria. Puede dejar de lado sus prejuicios, sus emociones y sus impulsos para lograr cierta objetividad. Pero distinguimos la razón en el sentido formal o instrumental, más reducido, tradicionalmente llamado «entendimiento», de la razón en el sentido amplio, aunque esta separación no es estricta, ya que la segunda incluye a la primera y la trasciende. El primer significado generalmente se refiere a un sistema dado, por ejemplo la lógica, se basa en postulados establecidos o paradigmas convencionales, epistemológicos o éticos, que permiten decodificar la información accesible para que el individuo satisfaga sus necesidades, prácticas o intelectuales. Esto es lo que encontramos en el pensamiento «religioso», basado en «revelaciones» y creencias. En el segundo sentido, la implementación de la razón también permite generar ideas, conceptos o categorías, formular argumentos, tomar decisiones, producir criterios de verdad y error, definir y lograr objetivos teóricos o prácticos. Esta razón «abierta» puede cuestionar los propios conocimientos y los de la sociedad, lo que implica una dimensión de libertad y creatividad, una capacidad de universalidad y superación de uno mismo. No está vinculado a ningún propósito específico. En el primer sentido, la razón se concibe como la definición y aplicación de un conjunto de principios rectores del conocimiento o la acción; generalmente se basa en el sentido común. En el segundo sentido, la razón se concibe como un principio de creación, cuestionamiento, ordenamiento y revisión de principios establecidos; a menudo está en desacuerdo con el sentido común.
- La triple distinción que hemos identificado no caracteriza a las personas como tales, sino a diversas formas de pensar. Porque todo individuo necesariamente oscila entre estas tres formas de pensar, según el contexto y las circunstancias. Cada uno combina las tres formas, que interactúan entre sí, pero según la persona, observaremos una tonalidad dominante, una cierta axiología intelectual.
- En términos absolutos, no se trata de priorizar estas tres modalidades de pensamiento, o de juzgarlas en sí mismas como «buenas o malas», sino más bien de determinar si en relación con una meta u otra, en un contexto u otro, uno de ellos es más apropiado que otro. Así, para la reflexión, el pensamiento racional debe tener prioridad, en el compromiso existencial el pensamiento religioso debe tener prioridad, y en la supervivencia biológica o social, el pensamiento primitivo debe desempeñar su papel.
- A través de estas tres modalidades de pensamiento, se distinguen o se oponen en una persona determinada el registro del ser, de la existencia, más «natural», y el del habla, del formalismo del pensamiento. Cada uno de nosotros estaremos tironeados por el impulso más inmediato, por lo tanto más inconsciente: el del el registro del ser, y por la construcción de un discurso, más artificial y teórico: el del registro del habla.
- Dado que estas modalidades de pensamiento se superponen, en ocasiones pueden coincidir en determinados aspectos, con la consecuencia de producir algunas apariencias de contradicción entre los distintos artículos de la lista que hemos establecido. Por tanto, cada artículo debe considerarse como una entidad separada, dentro de la cual se comparan y distinguen las tres modalidades.