A esta pregunta de Spinoza responde Michel Serres
Tomad a un portero de fútbol que espera el tiro de un penalty o el tenista que sube a la red para jugar a bolea. Mirad cómo se sitúa. La pelota puede venir de arriba, de abajo, a la derecha, a izquierda, etc. Está obligado a poner su cuerpo en una posición virtual, casi abstracta. Está en un estado de cuerpo posible. Está en una posición que yo llamaría “blanca”. Es a la vez todos los colores y la ausencia de color. No se puede tener mejor imagen de lo que puede un cuerpo. A diferencia de la pinza del cangrejo cuya función podemos determinar, la mano humana es “blanca”, puede agarrar un martillo y tocar el violín, acariciar a un ser amado o matar a su enemigo. Hay una blancura del cuerpo humano. Un pensador que va a captar un concepto se encuentra en la misma situación. De ahí que no tengamos que darle tanta importancia a los libros. En la filosofía se está en una atención “blanca”.