Te invitamos a un taller participativo sobre una de las competencias cruciales de la práctica filosófica.

Problematizar es plantear objeciones o preguntas que permitan mostrar los límites, las fallas o las imperfecciones de un enunciado. Por ejemplo, identificando la posibilidad de movernos de paradigma o cambiando el marco de comprensión de ese enunciado. Esto se llama también pensamiento crítico. Y eso es lo que pondremos en acción durante el taller.

A través de esta competencia comprobamos que todo enunciado, cualquiera que sea, presenta puntos débiles. Esto resulta imprescindible si uno quiere poner a prueba aquello que afirma, lo que uno considera verdadero. Así mismo, en la problematización consideramos un enunciado como el lugar de partida para un trabajo de comprensión de sus supuestos y de su alcance.

La problematización es la capacidad de cuestionar lo evidente, desmenuzar conceptos y transformar certezas en preguntas que nos abran nuevas perspectivas. Un espacio para ejercitar el pensamiento riguroso y desafiar nuestras propias ideas.

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Indagaremos con Oscar en estos dos conceptos cargados de sentido para el ser humano y su existencia. Dos actitudes opuestas frente a la verdad: La parresía exige exponerse a la verdad y vivir según ella, la mala fe consiste en ocultarse de la verdad de la propia libertad.

Aunque el significado de estos dos términos se hunde en la noche de los tiempos, tienen un lugar crucial en algunas filosofías. La parresía (παρρησία, “hablar con franqueza o decirlo todo”) fue un concepto central en las escuelas helenísticas, no podía ser de otro modo después del ejemplo de Sócrates. La mala fe es uno de los conceptos básicos del existencialismo sartreano. Es el auto-engaño consciente que se produce cuando un sujeto evita o deforma la verdad para escapar de la responsabilidad.

Un sartreano podría decir que el parresiasta es un ejemplo de autenticidad porque es alguien que asume su ser-para-la-libertad, mientras que el sujeto en mala fe abdica de esa libertad, en favor de una seguridad psicológica.

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Pensar es una actividad ordenada, y eso cuesta un cierto esfuerzo de atención y un cierto ánimo para perseverar. Multitud de obstáculos se interponen … desde la inercia a la hiperexcitación, desde la avidez por el resultado hasta la procrastinación, desde el miedo al vacío al miedo a perder la imagen, pasando por un utilitarismo a ultranza y un sentimentalismo egocentrado.

Te invitamos a la reflexión en un taller con Oscar Brenifier, pionero de la práctica filosófica más transformadora y maestro de pensadores que aprenden a arriesgarse y a disfrutar del ejercicio de pensar.

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