SEMINARIO DE PRÁCTICA FILOSÓFICA EN LÍNEA 11 y 12 de mayo 2024  (sábado y domingo)

Siguiendo el espíritu del Seminario Internacional de Práctica Filosófica, que celebra el Institut de Pratiques Philosophiques cada año en en el pequeño pueblo de La Chapelle-Saint-André (Borgoña – Francia), que va ya por su 18ª edición; y de los XXI Seminarios de Práctica Filosófica celebrados presencialmente en España desde hace 15 años; hemos decidido convocar a toda la comunidad hispanohablante a un nuevo encuentro dedicado a «El arte de hacer preguntas».

MAS INFORMACIÓN SOBRE EL XXII SEMINARIO DE PRÁCTICAS FILOSÓFICAS

Durante este seminario, nos reuniremos personas implicadas, o simplemente interesadas, en la práctica filosófica -estudiantes, maestros, profesores, consultores, formadores- en un maratón de pensamiento de DOS días, que será una buena oportunidad para conocer y experimentar el trabajo de la práctica filosófica si aún no lo conocéis, o para poner la mente en forma para el verano si ya estáis familiarizad@s con él… 

Durante el fin de semana del 11 y 12 de mayo, los miembros del equipo de TPF, junto con Oscar Brenifier, ofreceremos talleres a lo largo de todo el día.

El principio es familiarizarse con formas variadas de filosofar, como actividad constitutiva de la mente y del yo. Filosofía con niños, consulta filosófica, talleres de filosofía, diálogo socrático, etc. Lo que está en juego no es tanto el conocimiento como la adquisición y el desarrollo de competencias: cómo conceptualizar, cómo problematizar, cómo profundizar en la comprensión de ideas dadas a partir de las preguntas, es el objetivo principal del trabajo.

Por supuesto, la mayéutica socrática es un punto metodológico clave, pero también la dialéctica, la analítica, la comunidad de indagación, constituyen otras tantas entradas y matrices para definir el trabajo.

Trabajaremos diferentes competencias y temáticas. Esta actividad podrá servir como una introducción al trabajo de práctica filosófica, o una profundización en el mismo.   ¡Esperamos veros!

INSCRIPCIÓN SEMINARIO 11 Y 12 DE MAYO 2024

Para más información del XIX SEMINARIO INTERNACIONAL en La Chapelle-Saint-André que se celebra del 5 al 11 de agosto de forma presencial y también on line, aquí tenéis un enlace

SUMMER SEMINAR 2024 IPP

Apología de la inquietud

Reflexión de Oscar Brenifier aparecida en Facebook hoy 18 de marzo de 2024

¿Cómo evitar el tormento interior constante?

«El tejido del alma es una maraña de pequeñas inclinaciones que lo pliegan en todas direcciones… mil pequeños resortes que hacen y deshacen los pliegues a cada instante». Leibniz

«La inquietud es el principal, por no decir el único, estímulo de la industria y la actividad humanas. Porque cualquiera que sea el bien que se proponga al hombre, si la ausencia de este bien no va seguida de ningún disgusto o dolor, y si el que está privado de él puede estar contento y a gusto sin poseerlo, no pensará en desearlo y menos aún en esforzarse por disfrutarlo.» Leibniz

La inquietud es un estado natural de la mente, que no puede permanecer inactiva; la mente está en constante movimiento. Pero hay dos tipos de preocupación. Por un lado, está la inquietud positiva, que es productiva, libre y alegre, y por otro, la negativa, que es victimista, triste y dolorosa. El primer tipo de inquietud está vinculado a una pasión, un interés genuino, una actividad constitutiva de la persona, la autorrealización. El segundo tipo es ansiedad está vinculado a un sentimiento de posesión, al miedo a perder algo; esta ansiedad depende de los demás y del contexto, no desarrolla en absoluto a la persona, y a menudo está vinculada a un impulso primario de supervivencia, ya sea material o psicológico, personal o colectivo.  Estos dos tipos de ansiedad se denominan a veces «eustrés» y «distrés», respectivamente.

Pero hay un principio sencillo: la mente aborrece el vacío. Así que si una persona no alimenta su mente con preocupaciones de primer orden, que cultivan lo inesperado, que aumentan su poder de ser, si no ha aprendido a desafiarse a sí misma y a crecer, entonces sucumbirá a preocupaciones de segundo orden, que reducen el ser, que son estériles, que son aburridas y rutinarias, que vuelven a la persona existencialmente impotente, lo que comúnmente se llama «sentirse vacío» o «sin sentido».

Así que podemos decir que la ansiedad en sí misma no es placentera y liberadora, sino que inicia, guía y alimenta acciones que son placenteras y liberadoras, si estas ansiedades nos desafían y nos hacen crecer, si las elegimos nosotros mismos en lugar de someternos a ellas compulsivamente. Pero en nuestra sociedad moderna, donde reina una mentalidad consumista, donde la mayoría de la gente quiere estar «totalmente satisfecha», se produce un fenómeno que podemos llamar «ansiedad por la ansiedad». Tememos la ansiedad, odiamos la ansiedad, queremos huir de la ansiedad. La ansiedad significa estrés, y en lugar de sublimar este estrés y educarlo, utilizándolo como incentivo para acciones productivas y enriquecedoras, soñamos con deshacernos de él por completo. Por ejemplo, mediante la popularísima práctica de la meditación, que pretende liberarnos de la ansiedad. Como si convertirse en una larva inerte y pasiva fuera el colmo de la felicidad. Como si disfrutar de toda clase de pequeños placeres cotidianos bastara para satisfacer las necesidades de nuestra alma. La paradoja de este comportamiento es que, en realidad, provoca bastante ansiedad, ya que deseamos algo imposible, que además nos dejaría impotentes y sin vida. La ansiedad seguirá alimentándose si no se calma con la acción, canalizada hacia algún tipo de actividad con sentido. Una realidad que muchas personas ignoran, o prefieren ignorar. Piensan que una vez resuelto el problema de la ansiedad, todo irá bien, la vida será maravillosa. Pero, por supuesto, no es así. Lo irónico es que incluso las personas que parecen haber resuelto problemas prácticos y psicológicos básicos siguen estando ansiosas, porque la ansiedad es una parte inevitable y necesaria de la existencia. La existencia humana necesita desafíos, la existencia humana significa desafío, así que más vale que nos reconciliemos con la ansiedad, nuestra verdadera amiga.

Paradójicamente, la única tranquilidad posible del alma consiste en afrontar y disfrutar los retos que más nos preocupan.

¿CÓMO FILOSOFAR A TRAVÉS DE ANTINOMIAS? Taller abierto con Oscar Brenifier, domingo 10 de marzo 2024

Arquitectura del pensamiento

Proponemos, como marco para pensar, el principio de las antinomias, no tanto como un marco definitivo y limitador, sino como una estructura operativa y dinámica.


En efecto, tanto en la filosofía oriental, en los mitos de las grandes civilizaciones como en la reflexión sobre la vida cotidiana o en la historia de la filosofía occidental desde su aparición en la antigua Grecia, las antinomias parecen estructurar el pensamiento, empezando por el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto. Estas antinomias articulan los puntos de tensión a partir de los cuales se enuncian los grandes principios, se plantean las oposiciones fundamentales y se formulan los juicios y las axiologías múltiples que permiten extraer el pensamiento del simple magma incoativo de opiniones e ideas.


De forma extraña (y contrariamente a lo que se podría creer), gracias a estos formalismos categorizantes y simplificadores, el pensamiento pasa de la opacidad y espesor de un amasijo de ideas a una arquitectura que favorece la transparencia y la conciencia de uno mismo.
Igual que hizo la arquitectura gótica al instalar de modo artificial contrafuertes exteriores en puntos precisos y autorizar así perspectivas más ligeras y esbeltas, más estructuradas y menos masivas que su predecesora romana.

De esta forma, nuestro postulado sugiere que el pensamiento no es una acumulación o un amasijo de opiniones relativamente extrañas que se ignoran y se contradicen entre sí, sino una geometría, con sus ecos y sus coherencias, una arquitectura con sus piedras angulares y sus claves de bóveda, una música con sus armonías, trufada de incidentes. Incluso, aunque no siempre ocurra conscientemente, cada funcionamiento intelectual singular o colectivo produce un cierto número de polaridades conceptuales que sirven para organizar lo mejor que pueden la vida del espíritu, a pesar de la inmensidad y pluralidad de las solicitaciones, percepciones, sensaciones, intuiciones y opiniones establecidas, todo lo recogido aquí y allá.

Placer y dolor, el otro y yo, ser y aparecer representan algunas de esas polaridades de las que no podríamos prescindir sin volvernos locos. Es únicamente a costa de un inmenso trabajo psicológico e intelectual sobre uno mismo como algunas grandes sabidurías o esquemas revolucionarios pueden ignorar estas evidencias, como ideal regulador o revelación divina. Si el pensamiento funciona principalmente de manera reactiva produciendo paso a paso formulaciones de manera mecánica para disfrute propio o del vecino, funciona sin embargo dentro de un crisol de categorías, con formas codificadas y ejes específicos. (Texto extraído del libro FILOSOFÍA EN LA ESCUELA PRIMARIA de Oscar Brenifier)

En este encuentro Oscar Brenifier nos mostrará de qué está hecha esa manera de filosofar, a la que la Práctica Filosófica nos introduce como iniciación a un pensamiento riguroso.

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